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Todos los capítulos de Un CEO en apuros: Capítulo 41 - Capítulo 44
44 chapters
Capítulo 41: ¿Todo esto era legal?
CamilaEstaba guardando mis cosas en el bolso, desesperada por salir después de un día largo y agotador.Justo cuando estaba por ponerme de pie, la puerta de la oficina de Felipe se abrió y lo vi asomar la cabeza, con una sonrisa en los labios cuando me vio.—Camila, ¿tienes un minuto? —preguntó, haciendo un gesto para que me acercara.Suspiré, pensando en que era posible que ya no fuera a salir temprano, pero asentí y caminé hacia su oficina. Nathan estaba a mi lado, mirando con curiosidad.—Quédate aquí, ya vengo.Entré en su oficina, él estaba apoyado contra su escritorio, con la expresión relajada que siempre mostraba.—¿Qué ocurre? —pregunté, cruzándome de brazos, intentando leerlo.Él sonrió, estirando la mano hacia el cajón de su escritorio. Sacó un pequeño llavero y me lo lanzó. Lo atrapé al vuelo, pero al ver las llaves en mi mano, fruncí el ceño.—¿Y esto? —pregunté, levantando una ceja.—Son las llaves del auto que te prestaremos hasta que arreglen el tuyo, —dijo él con una
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Capítulo 42: Nunca descuides tu móvil cerca de Amy
Camila—No es que no me guste la idea del auto nuevo, —dijo—. Pero... me gusta más cuando él está con nosotros.Solté un suspiro triste, sacudiendo la cabeza, mientras Nathan se levantaba del sofá y se acercaba a nosotras.—Sí, tía, —dijo Nathan, con ese tono medio burlón, medio sincero—. Joaquín es mucho más divertido que tú. Y además, parece que a ti también te gusta mucho estar con él.Me quedé congelada, sintiendo el calor subiendo a mis mejillas. Me separé un poco de Amy, que ahora me miraba con una sonrisa cómplice.—No es lo que piensas, Nathan, —dije, tratando de sonar despreocupada.Nathan rodó los ojos, cruzándose de brazos.—Sí, claro, —respondió con un tono sarcástico—. Te he visto, tía. Los dos están más felices cuando están juntos. Y, por si no te diste cuenta, Amy y yo también.Sentí un cosquilleo en el estómago, mis sobrinos no solo habían aceptado a Joaquín, sino que estaban pidiéndome que lo incluyera en nuestras vidas.—Está bien, Sherlocks, —dije, levantando las ma
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Capítulo 43: ALERTA: Conecte su cerebro a su boca antes de hablar
Camila El calor subió por mi cuello hasta mis mejillas, y me mordí el labio mientras apartaba la mirada, intentando enfocarme en el secado de los platos.—Tal vez tengas razón, —dije, con una sonrisa traviesa—. No quiero que piensen que estoy dándote clases de cómo secar platos.Joaquín dejó el plato que estaba lavando y se giró hacia mí, con una expresión de pura diversión. Se acercó un paso, y sentí cómo el aire entre nosotros se volvía denso, cargado de algo más que simple coqueteo.—¿De verdad crees que necesito clases? —susurró, levantando una mano para acariciar mi mejilla.Tragué saliva, y apenas logré asentir.—Creo que te vendría bien una demostración —dije en tono provocador, sintiendo cómo mi voz temblaba un poco.En un segundo, Joaquín estaba sobre mí, empujándome suavemente contra la encimera, con sus manos firmes en mi cintura. Su cuerpo se apretó contra el mío, y sentí su aliento caliente en mi cuello antes de que sus labios rozaran mi piel.—Eres tan tentadora, —murmu
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Capítulo 44: El viejito está como quiere...
Joaquín Me quité la camisa con calma, disfrutando del peso de su mirada sobre mí. El aire fresco de la habitación acarició mi piel desnuda, y supe que Camila estaba siguiendo cada movimiento, aunque intentara disimularlo.Comencé a deslizarme fuera de mis pantalones, quedándome solo en bóxers, y cuando me giré para enfrentarla, vi cómo sus ojos se movían lentamente por mi torso, recorriendo los músculos de mi abdomen. Sus labios se entreabrieron un poco, y escuché que murmuró algo, casi inaudible, pero lo suficiente para arrancarme una sonrisa.—Santa mierda, —susurró ella, con los ojos bien abiertos—. El viejito está como quiere...Solté una carcajada, sorprendido por su comentario. Me incliné un poco hacia ella, apoyándome con las manos en la cama, acercándome lo suficiente como para que nuestros rostros quedaran a pocos centímetros.—¿Viejito? —dije, alzando una ceja y mostrando una sonrisa traviesa—. ¿Quieres comprobar qué tan "viejito" estoy?Ella se mordió el labio, y pensé q
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