Indeseables personas.
Punto de vista MarceloEl gran día por fin había llegado. Y aunque el compromiso con Valeria no era más que una farsa, me sentía inquieto, casi emocionado, como si de verdad me fuera a unir a la mujer de mi vida. Me había mandado un mensaje confirmando que estaba en la peluquería. Como si lo necesitara... Valeria era belleza pura, sin adornos.Los nervios me traicionaban, especialmente por una razón: mis padres. Bueno… siendo sincero, mi madre.El timbre de la mansión sonó. Ya no había vuelta atrás.—¡Mi amor! Mi hijo mayor, precioso, ¿cómo estás? —mi madre me sujetó la cara entre sus manos, besándome las mejillas antes de abrazarme con ese dramatismo que solo ella sabe manejar.—Ay, hola, mamá. Tiempo sin vernos.—Hijo, qué placer verte. No me esperaba un compromiso tan pronto de tu parte, pero bueno… —dijo mi padre, más reservado, dándome un apretón de manos.—Hola, padre. Tampoco lo esperaba, pero bueno… Valeria es espectacular —respondí, sin poder evitar que un poco de ironía se c
Leer más