—Por favor, sé que parece que me estoy lanzando a ti, pero no es cierto. Todo esto es una coincidencia, te lo juro—, suplicó Paola, con la voz temblorosa.Dereck se movió rápidamente, abalanzándose sobre la cama. Sujetó sus pies y los arrastró hacia él, haciendo que Paola cayera de espaldas. Con una firmeza inquietante, tomó su barbilla entre sus dedos, inclinándose sobre ella.—¿Por atreverte a rechazar mi comida?— dijo con un tono amenazante, rasgando la parte superior de su ropa, dejando expuesto su sostén y su escote.Aunque eran marido y mujer, nunca habían consumado su matrimonio, y la forma en que Dereck la miraba en ese momento le heló la sangre.—Por favor, no de esta manera— murmuró Paola, sintiendo que las lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos.Sin prestarle atención, Dereck desabrochó lentamente su cinturón, dejándolo caer a un lado de la cama. La tensión en el ambiente era insoportable. El bulto en su pantalón ahora era visible, y verlo hizo que Paola dejara de respira
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