—No es ninguna molestia, señora. Me alegra poder ayudar a Andrea.Andrea, al ver la situación, dio un paso adelante rápidamente.—No le hagas caso a mi madre. No hace falta que te molestes con esto, yo me encargaré de arreglarlo.Vicente ya la había ayudado bastante, y si seguía así, ella no sabría cómo devolverle todos los favores.Vicente, tomando la mano de Diana, parecía haber congeniado con ella de inmediato.—Señora, Andrea siempre es muy formal conmigo, pero como amigo, solo quiero aportar mi pequeño grano de arena. Por favor, no lo rechace.Diana estaba cada vez más satisfecha con Vicente y asintió repetidamente.—¡Mamá! —Andrea, viendo que Diana no tenía intención de escucharla, no pudo evitar exclamar.Para su sorpresa, los dos siguieron charlando, ignorándola por completo.Sabiendo que este asunto ya estaba decidido y no podría cambiarlo, Andrea finalmente se rindió. En el peor de los casos, recordaría el favor y buscaría la manera de devolverlo más adelante.Después de char
Ler mais