—¡Es obvio que todo esto es una locura Flor! Hay demasiadas mujeres, y todas juran parecerse a mi.— digo disimulando la irritación por todo este show que monto mi esposo.Flor no aguanta la risa. Eso me da más rabia.—amiga, perdón que me burle, pero es que tienes tan mala suerte, te toco el hombre que sueña con familia.Yo volteo mis ojos en blanco, odio que tenga razón.—Diego es un hombre excelente, bueno en la cama, adinerado a morir, muchos negocios, visionario... Guapísimo. ¡Porque tiene que querer una familia!Nos encontrábamos al final del salón, yo fingía que iba al baño, cuando obviamente solo quería dejar de oír los patéticos gritos de auxilio de todas esas mujeres que pedían ser embarazadas por mi guapo esposo. Que ridículas.—Regi, velo de este modo, no tienes que cargar con eso, y tu esposo se ve tan feliz, deberías apoyarlo...La miro con desagrado. Quizás la estúpida tiene algo se razón.
Leer más
Capítulo 10. Diego Hassiel.
Miré la actitud de la chica frente a mi, Martina... No era parecida a las demás, con las otras chicas hablé un par de minutos y eran tan... Supongo que normales, sin embargo con Martina, la conversación era un poco más fluida, incluso me hacía reír.No me esperé su respuesta de "vender frutas en la calle", es decir, es muy jóven... Debería estar estudiando o trabajando de algo que le guste, no creo que le guste vender en la calle, en fin.—entiendo... ¿Por qué no estás estudiando? — pregunté de impulso.—cosas mayores a mi...—definitivamente arruine el momento, no debí excederme con mi imprudencia.—perdon la curiosidad...—no, está en su derecho, es decir... Es probable que sea la futura incubadora de su bebé. Tiene que saber quién soy. Cosas personales pasaron, debí enfocarme más en llevar la comida a la casa que pasar horas en un salón. Ví prioridades.—entiendo... ¿Tienes hermanos?—no, soy hija única.
Leer más
Capitulo 11. Regina Méndez
Mi adorado pero a veces insoportable esposo no estaba en casa, decidí poner en marcha mi juego sexual con mi ex, Ricardo, marqué su número mientras me daba una ducha, quería oír su sexy y ardiente voz.—¿Ahora estás en disposición para mí?— pregunta Ricardo—por supuesto... Estoy en la ducha.—sabes lo mucho que me encantaría estar ahí contigo...Pensé en invitarlo a casa pero eso es mucha adrenalina y peligroso, dos cosas que me fascina, sin embargo no puedo arruinar todo el esfuerzo que tengo con Diego, si me llega a descubrir está infidelidad yo podría perder mucho dinero, y eso no está en mis planes.—¿Qué te parece vernos en un hotel? — sugiero de manera seductora, es incapaz de decirme que no, sabiendo lo bien que la pasa conmigo.—¿Cuál?—uno discreto...Él sonrie suavemente, logrando aturdir mi corazón ardiente, sabe que no puede resistirse a mi.—claro... Ahora eres una mujer casada y
Leer más