Primero, estaban los papeles de Mila, todo parecía normal, luego, estaban los papeles de Fernanda, estaba todo bien, pero la siguiente carpeta, la de ella, lucía más abultada.Carmen la sacó y la abrió para darse cuenta de que todo, absolutamente todo en su vida, era una mentira, ella no era quien pensaba ser, es que ni su nombre era el mismo y hasta su fecha de nacimiento era diferente.Ella solo sabia que eran sus papeles porque allí estaban sus fotos del orfanato y luego de eso, la foto de sus supuestos padres.«¿Los Beltrán? ¿Esos no son…? ¿No son los mafiosos de los que me habló Marcus?» Recordó Carmen pasando la página rápidamente, nerviosa, cuando se encontró con un larguísimo testamento, enumerando múltiples propiedades, empresas y una cuantiosa fortuna para la heredera.«¿Esto es lo que Marcus quería?, entonces, ¿él conocía mi verdadera identidad? Una vez él me contó que su padre estaba peleando por la herencia de los Beltrán, quizás… Por eso Marcus me pidió matrimonio…»
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