Minutos más tarde, Ethan y Madison se encontraron en la sala al mismo tiempo, respirando agitadamente, como si hubieran corrido hasta allí, como si una fuerza invisible los hubiera empujado a encontrarse.Sus miradas se cruzaron, y en ese instante, el mundo pareció detenerse. No había ruido, no había dudas, solo ellos dos, de pie en medio de la habitación, sintiendo cómo el latido de sus corazones se desbocaba en un ritmo compartido.—Tuve un sueño… —susurró Madison, su voz apenas un eco en el silencio.Ethan sintió un escalofrío recorrer su espalda.—Yo también —admitió, dando un paso más cerca—. Y me di cuenta de algo.Madison tragó saliva, sintiendo su piel erizarse.—Yo también…Se quedaron en silencio, respirando en el mismo compás, compartiendo un pensamiento que no necesitaba ser dicho en voz alta. Algo había cambiado en ellos. Algo se había revelado en esos sueños que los habían llevado hasta aquí, cara a cara, sin barreras ni excusas.Ethan inspiró profundamente y, con una de
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