Ana acompañó a Viviana al hotel.—Viviana, si necesitas algo, llámame en cualquier momento.—Y sobre el divorcio, cuando lo tengas claro, contacta a Lucía.Viviana arropó a Santiago y acompañó a Ana hasta la puerta.Sus emociones se habían calmado completamente.Justo cuando Ana estaba por entrar al ascensor, Viviana preguntó repentinamente: —Ana, ¿por qué... apoyas mi divorcio?La idea del divorcio había surgido desde el año pasado.Se lo había comentado a familiares y amigos, pero nadie la apoyaba.Todos decían que Samuel era un buen hombre difícil de encontrar.Apuesto, con buena posición social.Y no andaba de fiesta en fiesta. ¿Cómo podía ella no valorar a un hombre así y pensar en divorciarse?¿Acaso estaba loca?De tanto escucharlo, Viviana comenzó a dudar de sí misma.Cuando se casó con Samuel, según decían todos, había sido como una plebeya que se casa con un príncipe, ascendiendo milagrosamente de clase social.La familia de Viviana tenía cierto dinero, pero comparada con los
Leer más