El día de la transformación había llegado. Estábamos en el bosque, rodeados de la magia y la energía de la luna llena. Ares, Liv y yo nos habíamos reunido en un claro, donde la luz plateada de la luna iluminaba todo a nuestro alrededor. Llevaba mi collar, que había sido un símbolo de mi conexión con mi loba interior, y sabía que este momento era crucial.Max, un amigo sanador, estaba allí para ayudarme en caso de que algo fallara y para sellar mi transformación. Su presencia me dio un poco de tranquilidad en medio de la tormenta que se avecinaba.La luna se llenó por completo y, de repente, sentí cómo mi cuerpo comenzaba a cambiar. Mis orejas y cola comenzaron a asomarse, y mis ojos cambiaron de color, brillando con una intensidad que no había experimentado antes. Mis uñas se alargaron, y la energía recorría mi cuerpo como un torrente.—Recuerda, Luna, no te salgas del círculo —dijo Ares, su voz resonando con firmeza. Asentí, pero la transformación me llenaba de una energía desbordan
Ler mais