Capítulo 14: El Legado ArdienteAurora permanecía en el corazón del templo, sintiendo cómo las vibraciones del lugar resonaban en lo más profundo de su ser. Las paredes de piedra blanca, adornadas con runas antiguas, parecían pulsar al ritmo de su respiración. Elias, con su cabello plateado iluminado por las llamas perpetuas que rodeaban el altar central, observaba con una mezcla de calma y expectativa. Damien, por su parte, permanecía en la penumbra, observándola desde las sombras, siempre vigilante.—Aurora —dijo Elias, su voz firme—. Este templo fue creado por los antiguos para contener poderes que el mundo no estaba listo para enfrentar. Aquí, tu magia no solo será más intensa, sino también más peligrosa. Necesitas aprender a dominarla.Aurora asintió, consciente de que cada palabra era una advertencia. La energía del lugar la envolvía como un manto, y aunque sentía el calor de las llamas a su alrededor, no la quemaban. En lugar de eso, parecían comunicarse con ella, como si la re
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