A Celeste se le han ido los colores del rostro. Creo que, me pasé con mi broma y fue muy pesada para ella.—No te preocupes, amor mío. Ella y yo ya estamos divorciados. —le digo, encogiéndome de hombros como si no me importara.—Lo sabía, esa mujer se muere de amor por ti. Debiste haberte quedado con ella, o quizá, aun los sentimientos sean mutuos y… pretendan regresar. —Comenta con tristeza, ni siquiera me voltea a ver por lo dolida que se nota en sus palabras.—Ella es mi amiga —sonrío— jamás ha habido nada más que una amistad entre nosotros y tampoco lo habrá. Estoy contigo Celeste, te amo solo a ti y no tengo ojos para nadie más. —Confieso.—¡Eres un maldito bastardo! ¡Te odio por jugar con mis sentimientos! —expresó. Yo quise abrazarla, pero ella no me lo permitió.—Perdón, solo fue una broma.—Bastian, tu dizque, amiga Thara, está enamorada de ti, ¿lo sabías? —comenta.Ahora que ella menciona eso, recuerdo que Thara se molestó cuando en los medios de farándula se difundió aquel
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