36. Una nueva amistad
Nicole: Despertar en los brazos de Agustín y contemplar su rostro mientras duerme es, sin duda, una de las experiencias más hermosas del mundo. Ahora comprendo los enredos que nos separaron, pero creo que todo formó parte del destino, diseñado para moldearnos como mejores personas. Recuerdo con una sonrisa la cena en la que me reveló lo que realmente ocurrió el día de mi llegada a Barcelona, España. Resulta que todo fue un simple accidente; Isabella nunca fue su novia, y eso me llena de alegría, ya que sus labios nunca la besaron ni sus manos la tocaron. A pesar de ello, compartí con él el momento en que conocí a Iker, cuando el destino me puso frente a Isabella en un contexto profesional. No se mostró sorprendido al hablar sobre el cuadro que ella presentó. Me comentó que, tras el incidente en Capuchino, tuvo la oportunidad de conocer su verdadero rostro, lo cual me alegró, pues no solo reafirmó que él no era el padre de esa criatura, sino que también me indicó que en
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