Luego de aquellos calurosos e incómodos momentos Sophia finalmente logró conciliar el sueño, el sonido del agua que golpeaba contra el piso hizo que ella despertara, al abrir sus ojos se dio cuenta que él ya no se encontraba a su lado, lentamente levantó la cabeza y fijó la mirada en la regadera, la puerta era de un cristal transparente donde se podía observar de un lugar al otro a la perfección. Alessandro se encontraba allí completamente desnudo, lavaba su cuerpo tranquilamente, Sophia levantó un poco más su cabeza para tener una mejor vista, sus ojos brillaban al observar su fuerte y atractivo cuerpo tatuado, levantó la mano llevándola directo hasta su boca, con sus dedos acarició sus labios. Alessandro lo estaba haciendo a propósito, y al darse cuenta que ella tenía la mirada puesta fijamente en él decidió actuar de manera más explícita, giró su cuerpo dejando a la vista de Sophia su parte íntima, ella quedó en shock al observar aquella parte que jamás saldría de sus recuerdos.
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