—¡¿Qué?!La sorpresa caló de inmediato en Andrew, junto a una tremenda urgencia que lo llevó a levantarse, con los ojos bien abiertos y una evidente tensión a pesar de que conocía las razones en el fondo de su corazón.Dominik y Ulrik lo miraron y se alarmaron al instante.—¿Dónde estás? ¿Estás sola? ¿Y Norman?—¡Papi, Norman está inconsciente…! Ellos chocaron y el no pudo hacer nada y… ¡se llevaron a mami, se la llevaron, se la llevaron, papiii!El castaño tragó entero, sintiendo que el corazón se le iba a la garganta, y apretó los dedos de los pies. Necesitaba mantener el control. Sabía que esto pasaría de alguna manera.—De acuerdo, Alisson, escúchame —espetó con voz firme pero tranquilizadora—. Quédate donde estás. Ya voy para allá, solo espérame, ¿de acuerdo?La niña sollozó, y se hizo un leve silencio.—Está bien, papi, te espero. Ven pronto, por favor.Los llantos se escurrieron por la línea, pero Andrew no desconectó la llamada, no podía.—Háblame, ¿estás herida? —preguntó. Bu
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