Capítulo 60 ¡No huyas!Daniela respiró hondo antes de abrir la puerta del baño. Su mente estaba en un torbellino, llena de preguntas y emociones contradictorias. Había estado tratando de evitar a Felipe, pero ahora, al salir, no podía ignorar la realidad: se enfrentaría cara a cara con el hombre del que había huido y transformó su vida, de una manera tan intensa y compleja.Cuando cruzó el umbral de la puerta del baño, su mirada se encontró con la de Felipe, que estaba allí, de pe. Su corazón se detuvo por un momento. La familiaridad de su rostro, la intensidad de su mirada, todo en él, la hizo sentir vulnerable. Sin saber cómo reaccionar, intentó pasar de largo, ignorándolo.—Daniela, espera. No puedes simplemente ignorarme —dijo Felipe, con una expresión amenazante.Ella se detuvo, sorprendida, con el corazón acelerado. La intensidad de su agarre la hizo sentir atrapada, y la incomodidad de la situación se hizo aún más evidente. Hace seis meses compitieron momentos muy íntimos, estu
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