Contra todo pronóstico, Brandon resultó el paciente más dócil y obediente del mundo. Creo que el susto de haber estado a punto de quedar ciego le dio un nuevo significado a esta oportunidad de recuperar su vista por completo. Jamás se quejó por la molesta crema que tenía que aplicarse directamente en los globos oculares, jamás olvidaba ponerse las gotas ni tomar las medicinas, dormía boca abajo, no se quitaba los protectores oculares en ningún momento.La primera semana fue obviamente la más difícil, mientras todavía tenía los vendajes. Sin embargo, su determinación de seguir las instrucciones del doctor, costara lo que costase, nos ayudó a adaptarnos con mucha más facilidad de lo que me había atrevido a esperar. Tal como dijera el médico, Brandon había estado bajo tanta presión durante las últimas dos semanas, que estaba ex
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