Isabella seguía el ritmo suave de la música, dejándose llevar por los movimientos de Karl en la pista de baile. Aunque al principio sintió un leve nerviosismo, la conversación fluida en alemán la había ayudado a relajarse. Karl era un caballero, y su actitud amigable hacía que bailar con él fuera una experiencia agradable.Mientras bailaban, Isabella notó cómo los asistentes seguían observándola, algunos con admiración y otros, como Rebecca, con evidente incomodidad. Al borde de la pista, Matthew observaba la escena con una mezcla de orgullo y satisfacción. Para él, ver a Isabella desenvolverse con tanta naturalidad en un ambiente tan exclusivo era prueba de su autenticidad y fuerza.Cuando la música llegó a su fin, Karl se inclinó para agradecerle el baile, y ella le dedicó una sonrisa sincera antes de regresar junto a Matthew. Sin embargo, apenas llegó, Rebecca y Logan se acercaron a ellos, sus expresiones cuidadosamente medidas.—Isabella, ese
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