132. Te amo
|Aisling Renn| Mi boda está a la vuelta de la esquina, y parece que Alaric está más emocionado que un niño en tienda de jueguetes. Ha querido adelantar todo, y yo no sé si es porque está ansioso por casarse o porque quiere asegurarse de que no me dé tiempo de cambiar de opinión. Zelda, por su parte, está encima de mí como un detector de metales, preguntando cada cinco minutos por el "pequeño intruso" que llevo en el vientre.Hoy despierto con unas náuseas que podrían clasificarse como ataque químico. Miro a mi lado, pero Alaric ya no está. Seguro que se fue a trabajar. Últimamente llega tarde a la mansión, y yo, con mi romanticismo de telenovela, me quedo dormida esperándolo. Claro, tiene que ponerse al día con sus negocios, lo cual es parcialmente mi culpa porque, bueno... el amor y los antojos lo tuvieron distraído por un tiempo.A veces fantaseo con visitarlo en su empresa, porque, honestamente, nunca he puesto un pie allí. Pero con esta ola de paparazzis y periodistas que nos sig
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