Tras la declaratoria de Hades y tras haberse sentado en el trono supremo aún con más fuerza y esplendor que cada uno de los seis tronos de la ciudad santa. Ishmalkahama comprendió que Hades no estaba jugando a ser dios. Hades como dios antiguo poseía el suficiente poder, ¿si así lo deseaba? Para destruir los nueve cielos, sin embargo, la gracia y el poder del todo poderoso Hariel se encargó que, ¿mientras estaba forjando el infierno y el trono del inframundo? Los cielos no desaparecieran en lo absoluto de la existencia, pero así mismo Ishmalkahama, observó que tenía el camino libre para tomar nuevamente su trono.Ishmalkahama en su interior sabía que podría recuperar el trono que le fue arrebatado por su hijo. La sed de venganza que existía en su interior aún no disminuía, ¡incluso llegó a llenarse de un orgullo aun mayor! Tras la declaración de Hades de no permitir que nadie ingresará nuevamente al inframundo sin su consentimiento, por lo que forjar una nueva ciudad santa se convirti
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