Al día siguiente cuando entró Marco en la habitación, nos saludamos mientras se iba acercando a la cama donde yo estaba acostada. Me escucho los latidos de mi corazón, me tomo la tensión, poniendo después su cara demasiado cerca de mi cara, para ver mis pupilas, quedándonos los dos mirándonos fijamente, viendo como él acercaba despacio sus labios a mis labios, mordiendome uno por el deseo de volver a saborear sus dulces y suaves labios. — Deseo besarte, pero sé que no puedo, perteneces a otro hombre Alice, — me dijo marchándose después de la habitación, entrando minutos después mi esposo sonriendo— Mi cielo, me tengo que marchar de viaje, ya le he dicho al chofer que te recoja cuando te den el alta, no se cuando volvere ya que es un contrato millonario, pero el socio es más bien duro de convencer, estarás bien en casa, Georgina y Lucia te cuidaran muy bien, ya lo verás — me dijo— Me voy a la casa de mi amiga Bianca, ella no tiene escaleras y estará en casa todo el dia conmigo, la v
Leer más