Narrado por AldaraLa noche parecía contener la respiración. Cada hoja del bosque permanecía inmóvil, cada sombra parecía volverse más profunda. Ragnar seguía tan cerca de mí que podía sentir el calor de su cuerpo. Su presencia era abrumadora, como un fuego que no solo calentaba, sino que también amenazaba con consumir.—No sé qué está pasando entre nosotros, pero no puedo seguir ignorándolo —susurré, mi voz quebrada entre el miedo y el deseo.Ragnar abrió los ojos, y en ellos vi reflejado un torbellino de emociones: furia, duda, pero sobre todo, un ardiente anhelo que coincidía con el mío.—No deberíamos hacer esto —murmuró, pero sus palabras carecían de convicción.Su mano todavía descansaba en mi muñeca, y aunque el roce de su piel contra la mía era casi imperceptible, sentía como si cada fibra de mi ser estuviera conectada a él. La marca que llevaba, esa extraña figura que parecía latir como si tuviera vida propia, brillaba débilmente en la penumbra.—Entonces, ¿por qué sigues aqu
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