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Todos los capítulos de La alfa Antonella y sus tres alfas: Capítulo 251 - Capítulo 260
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Capítulo 251: Tener una idea
Cinco meses despuésEdmond ha cumplido en su promesa de quedarse conmigo y trabajar como corresponde con su manada. Por lo que, con la protección de los Nymwere, los vampiros no han molestado a mi manada y la manada ha florecido después de tantas muertes.Además de eso, Edmond ha estado conmigo, me ha ayudado a calmar al bebé cuando me causa muchas nauseas. Así que, mi vida es buena. Por lo menos, mi relación con Edmond, se ha fortalecido más, mi bebé crece saludablemente y la manada se encuentra bien.Las cosas y seres que me importan, están bien. Pero, seguimos bajo el yugo de Ever y el grupo de locos que siguen causando problemas ante los Nymwere que se niegan a ser parte de esta locura.Aunque hasta el momento no ha habido muertes, no me sorprende que en un futuro cercano las cosas cambien. Ya que, Ever se ha vuelto más hostil y por eso, los vampiros han intentado matarlos en muchas
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Capítulo 252: Asustarme
Edmond me evita tanto como puede desde que le dije mi plan, pero, aunque ha logrado equilibrar nuestra relación estando con los chicos y sus obligaciones con la manada, dudo que pueda hacer eso con el problema que tenemos con Ever y su grupo.‘Solo muriendo Ever es que podría derrumbarse esta organización.’ Me digo mentalmente.— Edmond…— No, ya te dije que pienso al respecto.— No podemos hacerlo de otra forma. Estuve de acuerdo contigo cuando hablaste de dividirlos por medio de la duda, pero, eso no ha dado resultados y ya no puedo esperar más.Edmond maldice culpándose porque aún nos encontramos aquí. Pero, ¿Cómo podría culpando cuando es evidente que estos desgraciados tienen una mente tan fuerte que no dan espacio a la duda entre ellos?— Antonella, no voy a poner en riesgo a nuestro hijo por esto.— Si no piensas hacer esto
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Capítulo 253: El cambio de nuestros planes
Un mes despuésMi vientre no para de crecer, mi agotamiento es más evidente y yo no logro conseguir una sola alucinación lo suficientemente fuerte para que la alucinación que cree de Edmond pueda hablar.— Esto debe ser una maldita broma.— Bueno, no puedes exigirte más cuando no he visto una sola alucinación de los chicos con seres que hablen. Ellos solo ocultan su presencia y aroma. — dice Edmond.— Lo sé, pero, eso no es suficiente, si no hablas, se darán cuenta que eres una alucinación. — digo angustiada.Mi bebé se mueve constantemente y es la mano de Edmond sobre mi vientre lo que siempre lo tranquiliza.— Pequeño, cálmate un poco, tu madre está agotada. — dice Edmond.— ¿Por qué sigues pensando que es un niño? Me han dicho que las mujeres son las que tardan en moverse en las humanas.<
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Capítulo 254: Su momento
Mentalmente me preparo para no delatarme por lo feliz que estoy porque las cosas resulten mal para Ever. Después de todo, debo mostrarme inocente a menos que todo su grupo sea eliminado esta noche.— Entonces, lo que quieres decir es que…— ¡Señor, hay al menos cincuenta Nymwere acercándose! — dice Manuel alterado.— ¡¿Cincuenta?! — gritan los demás.‘Debo reconocer que son más de los que esperaba. Eso es bueno.’ me digo mentalmente.— Antonella, necesito que subas. Todos los que tienen su fortaleza en la creación de esferas, deben subir. Pueden hacer la esfera desde el balcón del tercer piso, mientras nosotros nos preparamos para enfrentarlos o huir usando helicópteros. — dice Ever.— No creo que ellos nos permitan huir en helicóptero, si vinieron hasta aquí es porque vinieron listo para renunciar a
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Capítulo 255: Enojarme
Esto era algo que Ever no esperaba, porque Edmond fue bueno sembrando la semilla de la desconfianza y la discordia sin levantar sospechas o hacer ruido. Por lo que, no me sorprende que la presencia de los vampiros y Nymwere que piensan correctamente, sorprenda a Ever.Porque si hay algo que Edmond ha aprendido desde que volvió a mí, es que si quiere que vivamos, debe ser prudente con las cosas que hace y aquí están los resultados de su aprendizaje.— Aquí estás, rata asquerosa. — dice Damon con tanta frialdad que me hace recordar a lo primero que pensé de él cuando lo vi por primera vez.— ¡Tú! ¡¿Cómo pudiste, maldito gato! ¡¿Acaso crees que no te mataré solo porque fuiste útil en el pasado?! — grita Ever y yo miro hacia Damon.— Teníamos algo en común en el pasado, por eso, te ayudé, pero, al ver q
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Capítulo 256: Hacerlos pagar
Con tantas cosas que han sucedido desde que me hice parte de la manada Diamante Creciente, he pasado por alto señales evidentes de quien pudo o no estar detrás de todo esto desde el inicio.Después de todo, Damon me vigilaba sin yo percibirlo y fue capaz de decirme donde se encontraban Ever y su grupo sin que yo le diera detalles específicos de ello. Él había estado aquí, por eso, sabia que era una montaña y que los humanos o seres de otras especies no se acercaban al lugar donde vivía Ever.Fue obvio, pero, yo no lo noté, porque estaba agradecida de que me rescatara de la discusión que sin duda terminaría en pelea entre Mike y yo. Me conformé con las ayudas pocos sinceras de Damon e ignoré lo importante.— ¡Antonella, por favor!— Hiciste grandes distracciones, fui engañada en su totalidad. — digo con frialdad.— Entiende qu
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Capítulo 257: Posibilidad de perder
El dolor que ha estado en mi cuerpo vuelve con tanta intensidad que es Edmond quien me agarra en sus brazos antes que caiga completamente al suelo debido al dolor tan grande que experimento.Edmond, llora y me habla, pero, para mí todo pasa tan lento que solo puedo acariciar mi vientre implorándole a la reina luna que no permita que algo le suceda a mi bebé.— ¡Charlotte! — grita Edmond.— ¡Aquí estoy! — dice ella mientras varios chicos colocan toallas sobre mis piernas y Charlotte rompe mis pantalones.— Debemos marcharnos ahora mismo. — dice George, pero, los Nymwere que vinieron a detener a Ever, niegan y sin dudarlo un solo momento, se colocan frente a uno de los aliados, dejando en el olvido cualquier posibilidad de que se marchen de aquí.— No van a irse de aquí, si realmente quieren cambiar de opinión sobre la revolución y todas esas cosas, de
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Capítulo 258: Asustarlos
El dolor me invade porque comprendo que dice esa mirada. Edmond siente impotencia porque no pueda ayudarme de otra forma. Le duele saber que por mucho que él quiera ayudarme para que nuestro hijo se encuentre bien, lo único que puede hacer es arrodillarse para que alguien más lo realice.— Edmond…— ¿Qué fue lo que sucedió? — pregunta Carolina reemplazando a Edmond.— Fallé en proteger a mi manada… falle a mi hijo y esposa, porque cuando debí enfrentarme a Damon y Ever, lo único que hice fue mantener mi mano en el vientre de mi esposa, mientras ella agotaba todo su cuerpo destruyendo a esos bastardos, eso fue lo que sucedió. — dice Edmond con impotencia.— ¡Antonella, calma tus emociones! — grita Charlotte.Sabiendo en el peligro que me encuentro yo intento concentrarme en todas esas técnicas para calmarme que conozco y h
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Capítulo 259: Apoyo de todos
Edmond no es un hombre que se queda sentado esperando que la vida pase o que alguien más solucione las cosas. Porque incluso en lo que él no puede solucionar, implora a los que si pueden que lo realicen.Eso demuestra cuanto le importo. Pero, eso no es suficiente para él, porque un hombre que está acostumbrado a siempre proveer y solucionar los temas de seguridad o que perturban a los suyos, le afecta que solo pueda arrodillarse para que otros hagan lo que él no puede.‘Mi esposo es lo más confiable para mí, sin embargo, ¿Cómo podría quitar algo que no tengo la más remota idea de cómo lo coloque?’ me pregunto mentalmente.— ¿Qué has dicho? — pregunta Charlotte.— No sé cómo hacerlo. Ni siquiera sabía que protegía a mi hijo de esa forma. — digo angustiada.— Oh, no puede ser. ¿Cóm
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Capítulo 260: Dudar de mí
Decir que sufro únicamente cuando tengo a todos al tanto de mi bienestar, seria mentirme. Porque ver que incluso los Nymwere que apenas conocí hoy me ayudan con su sangre, me ayuda a sentirme feliz y complacida.— Tú no vas a darle sangre, hace dos días estuviste bebiendo. Eso no es bueno para ella. — dice uno de los Nymwere que conocí apenas hoy.— Jean tampoco puede, él fuma.— ¿Qué tiene que ver que fume con mi sangre?— Todo. — responden los chicos al unísono.Mientras ellos discuten sobre quien será mi mejor donador, yo siento que soy solo una tubería que recibe la sangre por un lado y la suelta por otro, sin tener la posibilidad de aferrarme a ese preciado líquido que tanto necesito.Aunque todo esta destruido a mi alrededor, tengo a todos pendiente de lo que necesito o simplemente, se alejan para no estorbar o cuidar de alguna a
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