En mi sueño, Luna me decía que yo era mucho mejor, joven, fuerte y con buen cuerpo.Me confesaba que, aunque llevaba años casada con Eric, nunca había experimentado un orgasmo real con él.Por eso, quería experimentar esa maravillosa sensación conmigo al menos una vez.Sentí una emoción indescriptible.Corrí hacia ella y la tumbé de un empujón....Pero, en la realidad, la persona que estaba abrazando no era Luna, sino mi cuñada.Ella, al principio, solo quería echarse una siesta breve mientras me sostenía.Sin embargo, no tardó en notar que algo andaba mal.Mi pene estaba tan duro como una barra de hierro, y la estaba presionando de una manera que le resultaba algo incómoda.Lo peor de todo fue que, sin darme cuenta, comencé a moverme.Incluso empecé a murmurar entredientes, —Luna, Luna, te amo tanto, te amo de verdad.—¡Maldito chico! Me estás abrazando, pero en tu mente estás pensando en otra mujer—, pensó mi cuñada.Trató de empujarme y apartarme con fuerza de su lado.Pero yo tení
Leer más