—Luna, yo... Ay, de verdad, no sé cómo hablar. Luna, mejor dame una bofetada.Sentía que mis intentos de explicar solo complicaban más las cosas. Cuanto más hablaba, más torpe me sentía.Intentaba actuar como mi cuñada, pero claramente no tenía su habilidad para coquetear.Me lo merecía por meterme en esa situación.Me odiaba a mí mismo en ese momento.Luna me miró y de repente soltó una risita. Sin embargo, eso no me tranquilizó porque, en realidad, no sabía lo que estaba pensando. Esto me ponía nervioso e inseguro.Con cierta incomodidad, le pregunté: —Luna, ¿por qué te ríes?—Nada, solo es que me pareces bastante adorable.—Lucía es una persona muy inteligente, y tu hermano es súper capaz.—No me esperaba que tú fueras tan honesto.—Pero aunque seas honesto, fuiste capaz de masturbarte en el coche.Luna hablaba con una mezcla de vergüenza y diversión, con las mejillas ruborizadas.Me acerqué un poco más a ella y, en voz baja, le dije: —Luna, hacer esas cosas no tiene nada que ver co
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