Mientras Enzo termina de sacar a Olivia de la mansión, Romina regresa a la habitación y comienza a vestirse rápidamente. En fracciones de segundos está lista para salir de aquel lugar.Lo que había escuchado, minutos atrás, le resulta tan abominable y bizarro, que sólo desea volver a Alicante. Termina de recoger sus pertenencias, cuando es sorprendida por Enzo. —¿A dónde vas, Romina? —dice cerrando la puerta y pasando el seguro. La pelirroja se paraliza, traga en seco y respira profundamente antes de contestarle.—Me voy, Enzo. ¿Crees que puedo permanecer aquí luego de lo que me acabo de enterar? Tú y esa mujer llevan años juntos. —espeta.—Déjame darte mi versión de lo que ocurrió, Romina. Olivia está mal de la cabeza, todo lo que ha dicho es mentira.. Romina debe ser inteligente, no puede decirle a Enzo todo lo que escuchó en la escaleras, por lo cual no tiene muchas más opciones que la de acceder a su petición. —Está bien, te escucho. —dice y se sienta en la orilla de
Leer más