Natalia.-— Ese mismo día me llevó al médico y lo confirmó estaba embarazada, quedé en shock, mis emociones estaban revueltas, tenía miedo por lo que diría Fedora, miedo de convertirme en madre tan joven, miedo porque no sabía quién era el padre no recordaba ni siquiera su nombre, pero en el fondo la imagen de mi bebe en el monitor me dio algo de paz, porque pensé que nunca más estaría sola –Limpié una lagrima que se deslizó por mi mejilla. –Fedora sorprendentemente aceptó mi embarazo me cuidó, preguntó por el padre, pero le dije la verdad, pensé que me insultaría, pero no lo hizo y me sentí aliviada, creí que la llegada de un bebé en esa casa había cambiado su actitud –Solté una risa con ironía y amargura. –Fui una tonta, cuando llegó el momento de dar a luz Fedora no quiso que lo hiciera en un hospital, me convenció de tener un parto en casa, una pequeña alerta se prendió en mi interior, pero elegí confiar y fue el peor error que cometí, el parto fue doloroso, mucho habían dos enfer
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