—Yo por eso cuido a Miguel como si ya fuéramos esposos —dejó salir un suspiro—. Chicas, deben entender algo, una relación debe incluirlas a ustedes, no todo siempre debe hacerlo el hombre. Ustedes tienen que estar pendiente de ellos, escucharlos, no solo ellos a ustedes. Tienen que ser sus amigas, que sus novios se sientan a gusto cuando están con ustedes. Dejen de tratarlos como si fueran máquinas.Marc pasó una mirada por Sasha.—Tú, te metiste con el peor hombre de toda la universidad. Sabías perfectamente que él le hecha el cuento a todas, y no te importó. Así que, te pasó eso por pendeja, fueron cuernos a gusto —Marc miró a Lorena—. Te la vives discutiendo con Cristian, lo tienes como tu sirviente, Dios le ha dado mucha paciencia a ese joven para que él pueda soportarte, ¿y para qué? Si ni siquiera lo valoras. As&iacut
Leer más