El padre de Lorena se acercó a la habitación de su hija para informarle a Cristian que ya se irían a dormir, llevaba dos horas hablando con la joven, era hora de marcharse. Aunque, al abrir la puerta, se encontró con la sorpresa de ver al chico abrazando a Lorena mientras dormían plácidamente sobre la cama.—Dios mío, pero qué amor —soltó el señor con rostro impresionado.La señora Camila, quien era bastante chismosa, se escurrió hasta estar al lado de su esposo y poder contemplar al par de tortolitos que dormían tranquilamente.—Vamos, vamos, debemos dejar que duerman —susurró la señora emocionada.—Pero, ¿Cristian va a dormir aquí? —inquirió el hombre.—Ya lo está haciendo. Llamaré al señor Vides para informarle la situación, estoy segura que él e
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