Isla y Marcos esperaron pacientemente que los policías llegaran con Logan. El lugar era terrorífico como para estar ahí con los niños, pero debían esperar. —¿No ha pasado demasiado tiempo? —Isla empezó a preocuparse. —Ellos salieron mucho antes que nosotros, ya deberían estar aquí. —Marcos estuvo de acuerdo con ella, ¿Por qué no había llegado su jefe? —Isla, es mejor que te vayas con los niños a casa. —Le tendió la llave, toda la situación le da mala espina. —Vayan directo a la mansión de mi jefe, por ningún motivo vayas con Elkin. —Isla tomó las llaves, ya que Marcos la obligó.—¿Qué tal si él va y estoy sola con mis niños? —Le aterraba la idea, se comportó de manera altanera con Elkin y él odia eso.—Hay un equipo de seguridad esperándote ahí. —Isla miró a sus niños jugar y asintió. Ya no quería exponerlos, Logan tenía razón cuando dijo que no pensó en sus hijos. Ella siguió esa relación por sentirse culpable y agradecida, pero no pensó en lo que sus niños vivían. —De acuerdo, lo
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