Los tres amigos, algo más tranquilos, entraron a la oficina de Orlando.-Lore, no podés salir corriendo. -Sí, Facundo es el hijo de Edith y era un tema muy importante, es más, él es mi escudo.-¿No podés conquistarla sin poner a su hijo en el medio?Le pregunta Leonardo, sin dejar el sarcasmo de lado.-¿Pensás que la llevé a la cama, invocando el nombre de su hijo?Le respondió molesto.Leonardo no se ofendió, más bien se divertía con la situación.-¡Estás obsesionado con ella, serías capaz!-No… tal vez sí, no para llevarla a mi cama, pero haría cualquier cosa por estar con Edith, ella es tan… sensual, tan suave, es distinta, te juro que cuando la vi por primera vez, me sentí atraído por un imán, claro que al principio podía decir que era un juego, pero con ninguna mujer me sentí igual que con ella.-Todo lo que quieras, sin embargo no es suavecita, se planta hasta con soberbia, cuando algo no le gusta.-Ella no es soberbia.-No digo que lo sea, por ahí no es la palabra que estaba b
Leer más