POV DE AMELIA— ¿Cómo que qué soy? Yo soy tú. Nací contigo, Amelia. — Dijo Ravina.— No naciste conmigo, nunca escuché tu voz. Debes ser un espíritu que poseyó mi mente. — Dije acusándola.— No digas tonterías, no soy un espíritu poseedor. Simplemente no podías escucharme antes, pero siempre he estado aquí contigo. Si me hubieras escuchado, no habrías tenido relaciones con el idiota de Fabricio. Intenté advertirte — Dijo Ravina. ¿Cómo sabe sobre Fabricio? ¿Será que está diciendo la verdad?— ¿Cómo sabes del imbécil de Fabricio? — Pregunté.— Ya te lo dije, siempre he estado contigo, pero no podías escucharme, hasta que quedaste embarazada. — Mencionó. Ella tenía razón, solo después de quedar embarazada comencé a escuchar su voz en mi mente.— ¿Sabes qué eres, o mejor dicho, qué somos? Porque si no estoy enloqueciendo, ni poseída, tiene que haber un motivo para que te escuche, yo no soy normal. Josua dijo que soy un ser muy especial, en lugar de una humana especial. Dime lo que sa
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