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Todos los capítulos de MI EX SALVA A NUESTRO HIJO: Capítulo 141 - Capítulo 144
144 chapters
**Capítulo 140**  "Luna de miel"
Mikhail y Anna aterrizaron en Santorini, Grecia, bajo un cielo despejado que parecía un lienzo pintado de azul. El mar Egeo resplandecía bajo el sol, prometiendo días de calma y noches bañadas por la luna. Todo en esa isla estaba cargado de promesas, de momentos que, en ese instante, ambos creían que durarían para siempre.Al llegar a su villa privada, los rodeaba el aire salado del mar, mientras una brisa cálida acariciaba sus rostros. La villa, enclavada en lo alto de un acantilado, ofrecía una vista impresionante del océano, donde el horizonte parecía fundirse con lo infinito. Anna miraba hacia la distancia, asombrada por la belleza del lugar, mientras Mikhail la observaba en silencio, maravillado por la forma en que su presencia parecía completar el paisaje.—No puedo creer que estemos aquí —susurró ella, deslizando su mano por el brazo de Mikhail, quien la rodeó por la cintura, atrayéndola hacia él.—Este es solo el comienzo —respondió Mikhail, susurrando cerca de su oído, con
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**Capítulo 141** "Reencuentros y nuevas etapas"
La noche en Nueva York brillaba con un esplendor especial. Las luces de la ciudad parecían más luminosas que nunca, mientras los invitados comenzaban a llenar la sala donde se celebraba el evento en honor a Iván, quien acababa de firmar su segunda serie de televisión, la cual se había convertido en un éxito rotundo.La prensa, los compañeros de trabajo y algunos amigos cercanos se reunían para celebrar su triunfo, pero nada podía haber preparado a Iván para lo que estaba a punto de suceder.Mientras subía al escenario para dar su discurso de agradecimiento, Iván hizo una pausa, levantando la mirada hacia la puerta. Allí, cruzando el umbral de la entrada, vio a Anna, quien llevaba siete meses de embarazo.Estaba radiante, con una luz especial en sus ojos y una sonrisa que no podía ocultar, tomada de la mano de Mikhail. La imagen de ellos juntos, después de tantos altibajos, lo dejó sin palabras por un momento. Nunca habría esperado que Anna viajara hasta Nueva York para estar presente
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**Epílogo: El Latido del Destino**
Había pasado quince años desde que Lucas venció las probabilidades y sobrevivió a su grave enfermedad cardíaca, la misma que había amenazado con arrebatarle la vida cuando era un niño.Ahora, con 22 años, estudiaba en una prestigiosa universidad en Francia, siguiendo los pasos de sus padres y aspirando a convertirse en cirujano cardiólogo. Quería devolver las vidas que un día parecieron irse, prepararse para salvar corazones, tal como hicieron sus padres para salvar el suyo.A pesar de la distancia, Lucas no perdía de vista lo que sucedía en casa. Cada vez que veía en las redes sociales los logros de su madre, Anna, una de las cirujanas más respetadas, su pecho se llenaba de orgullo. La admiraba profundamente, pero no solo por su carrera, sino por la lucha incansable que había emprendido para mantenerlo vivo cuando era niño, cuando hospital tras hospital, buscó a alguien que lo ayudara.Lucas tenía una relación desde hacía tres años con una chica francesa llamada Camille, y aunque el
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**Epílogo final: El faro de los recuerdos**
El sol de la tarde doraba suavemente la terraza de la mansión Petrova. Anna y Mikhail, ya con el paso del tiempo reflejado en sus cabellos plateados y en las suaves arrugas que adornaban sus rostros, compartían su ritual cotidiano: el té de la tarde. La brisa marina acariciaba las hojas de los árboles que los rodeaban, y todo el mundo parecía en calma, tal como ellos habían soñado durante años.Mikhail se apoyaba en Anna, su fiel compañera, mientras miraban el horizonte. Aunque ya no caminaba con la misma facilidad de antes, Anna era su sostén, tanto físico como emocional. Ella, con una sonrisa de satisfacción, lo miraba con amor, recordando todo lo que habían pasado y superado juntos.De repente, el teléfono de Anna sonó, interrumpiendo la serenidad del momento. Era su tercera hija, una joven de 20 años, quien con emoción y un tono misterioso le pidió que acudieran al faro que les había enviado en una ubicación por mensaje.—“No dejen de venir, por favor, mamá, y trae a papá contigo
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