Quiero preguntar el motivo de esas prohibiciones, pero, algo que he aprendido de los Thompson, es que si no estoy lista para escuchar la verdad, lo mejor es que no pregunte. Así que, me limito a aceptarlo.— Entiendo.— Entremos. — dice él bajando del auto, para rodearlo y caminar hacia la puerta del lugar, dejándome en el auto, aunque es por su culpa que mi cuerpo duele el doble de lo que dolía.— Si hace algún gesto digo de un caballero, seguramente se muere. — susurro, mientras bajo del auto.Mientras camino, el olor a mar, flores y pólvora, se mezclan creando una fragancia única y agradable. Curiosa, miro hacia el castillo y noto que en casi todas las ventanas, hay cámaras e incluso, personas armadas observando lo que hago.Por fuera, si uno no observa hacia las ventanas, diría uno que es un castillo común, pero, al ver cuánto se esfuerzan en vigila
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