Varios gritos se escuchan, pero no son de júbilo, son de dolor porque aunque la causante de todo ese desastre esté muerta eso no devolverá al sultán, no devolverá a los soldados que murieron. Los ojos de Adalet derraman lágrimas mientras que la sangre sale de la herida en su vientre, está por caer cuando Defne y Ayaz la sostienen, el eunuco toma a la sultana en brazos, mientras que los soldados dicen de los deseos de la sultana de arrojarse a fondo del mar para no ser capturada por Ismail, no le dará ese gusto a ese hombre cobarde, las mujeres deciden seguir el ejemplo de Adalet, sin sus esposos ya no tienen por qué vivir, y no serán esclavas sexuales de los soldados de Ismail, los niños deciden seguir a sus madres en la muerte…En el palacio han llegado los elefantes que no fueron a la guerra entre ellos el pequeño Anisa, Adalet está arrullando a su bebé quien duerme dulcemente cuando le informan que los actos funerarios del sultán están por comenzar, así que la joven entrega su bebé
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