–¡Tío! – mientras entra corriendo a la sala del trono–Ediz ¿Qué pasa?– ¡Tío, fue mi madre, fue mi madre ella tuvo la culpa! – mientras tiembla y el hombre se acerca – ¡fue ella quien le dijo a Ismail sobre la sultana! ¡por su culpa mi padre está muerto, y la sultana está agonizando! – entregando la nota a BeratBerat toma la nota y su ojo se abre de par en par al leer el contenido de esta su irá está creciendo a niveles asesinos, debió matar a esa mujer cuando tuvo la oportunidad, Ceren llega y empieza a zarandear a su hijo quien llora y lo llama de forma desesperada.–¡Suéltalo!– ¡Alteza este niño me ha faltado al respeto!– ¿Faltado al respeto? – chasquea sus dedos y dos guardias toman a la mujer, el niño se acerca corriendo y se esconde detrás de Berat, quien se acerca lentamente y en acto conecta una buena bofetada a la mujer tanto que le rompe el labio – ¿Cómo te atreviste a decirle a Ismail de la sultana? ¡¿Cómo conseguiste su retrato?!–Alteza–Habla o ahora mismo haré que te
–Adalet– entrando y ve a la joven tratando de alimentar a su hijo–Alteza, no tengo leche ¿Qué voy a hacer? – dejando que sus lágrimas caigan de sus ojitos y mojen las mejillas de su bebé que succiona con fuerza pero la leche simplemente no brota– ¿Quieres que llame a una nodriza? – la joven asienta entre llantos – bien espera, iré por la nodrizaAl salir Aysa, Adalet se queda sola, mirando a su bebé quien apenas la observa con sus lindos ojitos uno es verde y el otro es dorado, Adalet toma la mano de su bebé y decide salvar a su hijo y a los diez hijos de Zeheb, así que cuando llega Aysa con la nodriza, la joven entrega a su bebé y la mujer se pone manos a la obra alimentando al pequeño que succiona con fuerza de su pezón mientras llena su pancita con leche.–Alteza…–Adalet ¿Qué pasa?–Necesito hablar con usted y con el gran visir ¿puede llamarlo por favor?–Enseguida – saliendo y hace una seña a un guardia – llama a Acemi, la sultana quiere verlo–Cómo ordene excelencia – haciendo
Varios gritos se escuchan, pero no son de júbilo, son de dolor porque aunque la causante de todo ese desastre esté muerta eso no devolverá al sultán, no devolverá a los soldados que murieron. Los ojos de Adalet derraman lágrimas mientras que la sangre sale de la herida en su vientre, está por caer cuando Defne y Ayaz la sostienen, el eunuco toma a la sultana en brazos, mientras que los soldados dicen de los deseos de la sultana de arrojarse a fondo del mar para no ser capturada por Ismail, no le dará ese gusto a ese hombre cobarde, las mujeres deciden seguir el ejemplo de Adalet, sin sus esposos ya no tienen por qué vivir, y no serán esclavas sexuales de los soldados de Ismail, los niños deciden seguir a sus madres en la muerte…En el palacio han llegado los elefantes que no fueron a la guerra entre ellos el pequeño Anisa, Adalet está arrullando a su bebé quien duerme dulcemente cuando le informan que los actos funerarios del sultán están por comenzar, así que la joven entrega su bebé
–¡Larga vida a la sultana del viento!– ¡Larga vida a la sultana del viento! – dicen todas las mujeres y niños– ¡Larga vida a la sultana del viento! – viendo andar a Adalet– ¡Larga vida a la sultana del viento! – empezando a andar…Mientras la puerta a caído y los soldados de Ismail masacran a los soldados que quedan, pero no están solos desde el patio interior Ayaz, ordena lanzar flechas incendiarias que prenden fuego al suelo que estaba cubierto de alquitrán, el cual se prende en llamas y varios soldados del sultán beta empiezan a quemarse vivos, Ismail logra evadir aquella trampa y varios soldados llegan detrás de este y ven al hombre esperando con soldados y estos llevan sus cimitarras desenfundadas.–¡Quítate!–Mi deber es impedir que tomes a su majestad – elevando su cimitarra – ¡eviten que Ismail tenga a su majestad! “fue un honor servirles, mis señores”– ¡Mátenlos! – empezando a luchar contra el hombreMientras varias de las mujeres, las consortes de Zeheb, han llegado al r
– ¡¿Y esa mujer?!–Fue lapidada hasta la muerte– ¡Eso es poco castigo! ¡debió sufrir por su crimen! ¡por lo que le hizo a mi hermana, a mi sobrino! – secando sus ojos y se acerca al bebé quien lo observa – tiene su mirada, tiene su mirada – tomando al bebé y lo lleva a su pecho – me encargaré de cuidarte–Ministra, con respecto a mis sobrinos–Los niños serán entrenados en el arte de la guerra y la estrategia, y las niñas serán cuidadas para ser dignas de ser hijas del sultán – recordando al hijo de Ceren – ¿y el hijo de esa blasfema?–Vino con nosotros–Más tarde veré a ese niño–Ministra – recibiendo una mirada de Asya – por favor no le haga daño, es un niño no tiene la culpa de las acciones de esa mujer–Yo decidiré lo que suceda con ese niño – entrando con el bebé en brazos y siendo seguida por la nodriza de esteEsa noche Asya se dirige hacia el palacio en donde los niños y las consortes se encuentran, al llegar ve que los niños más pequeños se encargan de consolar a Ediz quien l
–Es un niño alteza – haciendo una reverencia–Alteza – acercándose y acariciando el rostro de Aysa – ¿Cómo te encuentras?–Cansada Acemi, pero nuestro bebé está con nosotros – levantando la manta y dejando ver a un lindo bebé que se aferra al pecho de su madre–Es perfecto – tomando con cuidado al bebé que gira su carita y empieza a olfatear a su padre – Einar–Me gusta su nombre Acemi – viendo detrás del hombre a los nueve niños que observan desde la puerta – niños vengan, y conozcan a su primoLos niños se acercan y Berat se hinca para dejar ver al bebé que duerme mientras succiona su pequeña mano, los niños sonríen y ven hacia Aysa quien también les dedica una sonrisa, Berat entrega el bebé y luego de dar un beso en la frente de la joven sale dejando a su esposa con la compañía de nueve niños, y al salir en compañía de Mehmet los dos hombres se quedan pasmados al ver la bandera y estandarte del sultanato del sur elevados, mientras varios soldados a caballo y camello están con sus e
–Maestra Aysa…– ¿Qué sucede Zeheb?– ¿Y qué sucedió con Ismail?–Habían pasado exactamente veinte años, y Ismail declaró la guerra al príncipe Mustafá, y solo pedía una cosa – viendo las expresiones expectantes de los niños – quería a su esposa– ¡¿Qué?! – diciendo los niños a coro–Los rumores sobre la princesa corrieron, llegando hasta Ismail, así que el hombre decidió obtener a la joven que estaba esperando a su primer hijo y por su puesto el príncipe del sultanato de los mares no iba a permitir que Ismail se saliera con la suya, así que ordenó a su ejército y generales que se prepararan – ¿Quiénes eran sus generales?–Sus hermanos – viendo las enormes sonrisas de los niños – los diez hermanos varones de Mustafá levantaron su espada jurando lealtad al príncipe y la princesa, jurando que la cabeza de Ismail sería dada como ofrenda al mar…Esa noche antes de partir, Mustafá está en su habitación leyendo la carta que su madre le dejara antes de arrojarse al mar, su tía decidió que e
–¡Iremos no solo a vengar la muerte de los sultanes y la caída de nuestro hogar! ¡la princesa Aiyla debe ser defendida a toda costa, ella y el niño que crece en su vientre! – desenfundando su cimitarra – ¡Ismail caerá!– ¡Ismail caerá!– ¡Andando! – empezando a marchar con su caballoSus hermanos levantan sus espadas y sus caballos empiezan a andar siendo seguidos por los soldados a pie, a caballo y camello, Ediz hace sonar un cuerno, los elefantes braman y empiezan a andar. Ismail recibe la noticia de que el hijo de su obsesión se acerca hacia él, que en algunos días estará en la zona de guerra así que el hombre dibuja una sonrisa en su rostro deforme, siempre recordando la cicatriz que Zeheb le hiciera en su rostro, antes de morir.–¿En cuánto tiempo estará acá?–Dos días alteza–Movilicen todo, quiero a ese hombre y sus hermanos muertos – sonriendo – esa princesa debe ser hermosa–Dicen que tiene la belleza de su madre, quien era la joven favorita de Zeheb–Ah, sí la recuerdo…la alc