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Once
Los rayos del sol se infiltraba por las Cortinas de la habitación, Susan lentamente abrió los ojos, sintiendo de manera inmediata la ausencia de James a su lado y en la habitación, el hombre se había llevado consigo la calidez del lugar, la mujer no sabía la razón por el cual aquello parecía dejar un sabor amargo en su corazón, el hecho de que él se haya ido sin ninguna palabra. — ¿Qué te pasa Susan? - Se reprendió ella misma ante aquellos pensamientos que estaba albergando — No puedes hacer esto, debes de mantenerte en línea.Se había puesto de pie inmediatamente el dolor en su entrepierna hizo que la mujer se sonroje, recordar la manera dominante que James tenía intimidad con ella hizo que su rostro se calentará gradualmente y un cosquilleo exquisito se despliegue por su abdomen, se dirigió al cuarto del baño había llenado la bañera dejando que su cuerpo se sumerja buscando darle liberación a la tensión y al cuerpo adolorido, por su mente mientras cerraba sus ojos pasaron innumerabl
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Doce
10 días habían pasado desde que James había salido de viaje y Susan supo que algo no estaba bien con ella, puesto que empezaba a extrañar la cercanía de James y aquello empezaba a aterrar a la pequeña mujer, que no esperaba que después de lo ocurrido con Andrés ella empezará a albergar sentimientos hacia alguien más, y mucho menos hacia alguien como James.Sabe que esto es un amor imposible ella no puede esperar que sus sentimientos sean correspondidos, de hecho nunca será correspondido, James Campbell era el hombre más imposible sentimentalmente para ella, aunque de manera sexual era lo contrario, pero el sexo y el amor no iban juntos de la mano, uno puede disfrutar del sexo con una persona, pero no amarla y aquella era la realidad de James que la desea, pero no la quiere.Susan no se había percatado de que había arrugado la tela de su vestido mientras pensaba en James, la chica aliso su vestido y se dispuso a dirigirse a la cocina, hoy estaba de muy mal humor vale aclarar, pero la c
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Trece
La poca luz que la Luna infiltra a través de la cortina se convierte en la única fuente de luz en la habitación, Susan había luchado para no perder la compostura después de las palabras de Andrés y tuvo que fingir que todo estaba en orden que no le afectaba escuchar que James Campbell estaba casado, pero aquello era mentira, aquella información era la razón por la que Susan no puede conciliar el sueño, estaba dando vueltas y vueltas en la cama y las palabras de su exesposo la golpean con más fuerza, hasta que escucho un ruido abajo, Susan supuso que un ladrón había entrado, pero había algunos guardias rondando la casa, no obstante la puerta de su habitación se abrió asustando a la pequeña mujer que sentía que el oxígeno no llegaba a los pulmones.— ¿Que estabas haciendo en la Mansión Park? - entonces ella siente como su cuerpo se sacude ante la voz ronca de James - Dame una respuesta ahora, o estaban festejando la reconciliación.Su voz se escuchaba mordaz, Susan se mordió los labios
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CATORCE
Cuando los rayos del Sol se infiltran en la habitación, Susan se había puesto de pie inmediatamente, hoy debía de hacer algo más productivo se comunicara con Alexandra para preguntarle si hoy ya puede incorporarse, ya no aguantaba estar sin hacer nada, la mujer había vuelto a darse una ducha, posteriormente había bajado para preparar el desayuno, ya después se dispuso a marcar el número de Alexandra.— Habla Susan - expuso la pequeña mujer - Disculpa que te moleste, pero quería saber si hoy puedo reintegrarme nuevamente en el Restaurante ya paso mucho tiempo.— Se lo preguntaré al Gran Jefe - responde Alexandra - sabes perfectamente que solamente seguimos sus órdenes, te devuelvo la llamada en un momento.— Te lo agradecería - responde Susan.Entre tanto James se encontraba en su despacho había esperado el amanecer allí, no podía mirar a la cara a Dalia, sabía que la estaba lastimando, pero no podía hacer nada, no podía ni quería tocarla, antes de que siguiera pensando aún más y cayen
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Quince
Susan se había quedado con mucho pesar en el corazón, de hecho entendía a la esposa de James, hace meses ella también era esa esposa cuando Andrés la engañaba con Sandra, sabe que su integridad y sus ideales se habían ido al demonio con sus actos, era la amante de un hombre casado, La Amante del CEO, se había convertido en el dolor de otra mujer, pero no podía hacer nada Bianca necesitaba aquel tratamiento, la vida de su hermana vale mucho más, no podía permitirse dejar morir a su hermana, y solo el destino sabrá como termina, sabe que estaba cometiendo un pecado y estaba dispuesta a arder en el infierno por su hermana, mientras una lágrima resbalaba por su mejilla, pero rápidamente se lo seca y se coloca el delantal mientras ve la orden del Menú para empezar a trabajar.Entre tanto Alexandra se había adentrado en la Oficina de James allí estaba Dalia, la mujer de inmediato había agachado la cabeza ante la llegada de Alexandra y se podía notar la vergüenza tiñendo su rostro.— Alexa
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DIECISÉIS
A dos manzanas de la Clínica, Susan había conseguido un departamento, era pequeño y acogedor tal como ella lo estaba buscando.— Aquí tendremos una noche de chicas cuando puedas - expuso Andrea emocionada.— Por supuesto, será cuando tú quieras - responde Susan.— Bien, ahora tengo que volver, hay mucho trabajo cuídate Susan, cualquier cosa que necesites tú sabes que estoy a las órdenes - Dijo Andrea abrazando a Susan, después de que ambas mujeres se habían despedido, Susan se había quedado a solas en el departamento, definitivamente tenía que ir de compras y así lo hizo, había comprado productos de limpieza entre otros así como cosméticos, cuando llego a la caja un Joven prácticamente se había quedado flechado con la belleza de la pequeña mujer, Susan de inmediato se había sonrojado mientras pasaba los productos por la caja registradora.— Te podemos enviar las compras hasta la casa - expuso el Joven también un poco nervioso.— Eso sería genial - responde Susan con emoción porque def
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Diecisiete
— Haré las diligencias correspondientes y me iré hasta allí - Expuso Susan con determinación ya cansada de que todos quieran verle la cara de idiota.— Vamos a acelerar el proceso, lo del vehículo puede esperar, voy a prestarte el mío - Expuso Robert.— No quiero causarte problemas - dice con timidez la mujer.— La mujer de mi vida nunca va a causarme problemas - responde Robert, logrando que Susan, pese a la incomodidad y la incertidumbre acerca de su padre, había logrado sonreír.— Bien, en ese caso voy a tomarte la palabra - Fue la respuesta de Susan.— Te elegiré el mejor vehículo acorde a ti a tu dulce personalidad - Robert era agradable y Susan se sentía en calma estando al lado de él.1 hora después Susan cumplió con los requisitos y salió en el vehículo de Robert con dirección a la antigua Casa Lefebvre, miró el reloj que colgaba por su muñeca al medio día entraba en Sacramento así que tenía tiempo suficiente para realizar esta visita, al momento de descender del vehículo todo
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DIECIOCHO
Susan había llegado al Restaurante necesitaba despejar su mente de estos sucesos que estaban sacudiendo su vida.— Susan, es un alivio tenerte aquí.— Alexandra no oculto su felicidad - Tenemos a un Jeque que quiere un postre en específico y yo creo que la única que puede lograr aquello eres tú.— ¿Un Jeque? ¿Postre especial? - Los ojos de Susan mientras repetía aquellas palabras se habían iluminado, necesitaba mantener la mente ocupada - Por supuesto que si, Alexandra.— Ve a esperarme en la Oficina de James, allí estaré en un momento - Susan al escuchar la mención del nombre de James se había sonrojado y la añoranza floreció en su interior.Susan se dirigió hasta la oficina de James, al momento de entrar la loción masculina entró en sus fosas nasales, todo su cuerpo se había puesto rígido al sentir aquella fragancia que en tantas ocasiones fundidos en su cuerpo, muy en el fondo más fuerte que su dignidad, se encontraba arraigado el deseo que siente por James Campbell.Los pensamiento
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DIECINUEVE
1 Mes después.Específicamente habían pasado 30 días después de la ida de James Campbell de Inglaterra, 30 días en dónde Susan cumplió con sus obligaciones en el Restaurante de hecho le estaba yendo bastante bien, además después de que Robert había anunciado su compromiso con ella las cosas fueron relativamente bien, ella no volvió a saber de su padre tampoco de su madre. Sandra estaba en el tercer mes de embarazo y tal parece que la relación con Andrés también era la mejor. Entre tanto Bianca estaba evolucionando perfectamente al tratamiento después de todo, Susan seguía estando agradecida con James por aquello.Aquel hombre a quien ella extraña bastante, pasaron 30 días y ella seguía pensando en él, seguía recordando las caricias del hombre, su intensa mirada cuando hacían el amor, la pequeña mujer cerró los ojos, pero entonces una oleada de náuseas la había invadido, Susan fue corriendo hasta el cuarto de baño.— ¿Tan mal me hizo el chocolate? - pregunta la pequeña mujer mientras s
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VEINTE
— Señor Campbell, ella es mi prometida, la Señorita Susan Lefebvre - Expuso Robert con una sonrisa y demostrando máximo respeto hacia James.— La Señorita Lefevbre y yo, ya nos conocemos - Responde James de manera indiferente, pero los celos amenazan con arrasar el hombre - Es Chef de mi Restaurante.— ¿Cocinera de un restaurante y prometida de un Gerente? - era evidente que Dalia expuso aquellas palabras con burla, Susan de inmediato se había sonrojado al darse cuenta de las intenciones de Dalia.— Es la Mejor Chef de mi Restaurante - James había observado a Dalia - Robert, Señorita Lefevbre, les presento a mi esposa Dalia.— Dalia Campbell - agrega la mujer, entonces Susan endurece sus facciones. Pero mantuvo su compostura.— Es muy hermosa la señora Campbell - Responde Robert, pero James no estaba conforme con la actitud de Dalia y por supuesto tampoco estaba conforme por como Susan finge no conocerlo.La cena había pasado con normalidad, pero Robert y Dalia eran ajenos a la tensió
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