Rosalin estaba en la oficina revisando unos papeles de exportación, el negocio de las prendas de la cooperativa estaba dando mayores frutos a la ciudad y mucho prestigio a la manada, gracias a Luigi que había visto las prendas cuando estuvo en Quebec, hicieron un convenio para que él las exportará a Europa, donde se vendían en las mejores tiendas de París, España, Inglaterra y otras ciudades del viejo continente.—¿Cómo está mi Luna hermosa, hoy? —entró Edwan con una enorme sonrisa, se acercó hasta donde estaba sentada, tomo su barbilla con dos dedos y la hizo levantar su rostro para besar sus labios.Era un beso lento, suave como todos lo que le daba cada vez que la veía.—Mucho mejor después de este beso —respondió Rosalin con una enorme sonrisa en los labios, cuando termino de besarla —¿Qué haces por aquí?—Viene a verte, sabes que te extrañó cada minuto de mi vida —tomo su mano y la puso de pie, sus caderas estaban pegadas a su escritorio —¿Dónde están los cachorros?—Se fueron a
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