Al medio día Edwan salió a caminar por las calles de Quebec, sentía la necesidad de ir a ver ese lugar donde nació, creció, donde vivió los años más felices de su vida, pero también el más grande dolor.De la casa de sus padres no quedaba nada, eran puras ruinas como una vez estuvo su corazón, siempre se imaginó que estuviera abandonado, pero nunca así, había sido tanto el dolor de Ágata que mando destruir su casa, y no tenía duda, la madre de Jane lo seguía odiando, no soportó la idea de estar bajo el mismo techo, ni siquiera compartir la ciudad, por eso se había ido o eso le había dicho Jakob.Camino entre los escombros, cuando sintió que alguien quería comunicarse con él, por medio del enlace, pero era tan débil que el lobo no podía establecer la conexión con él.—King ¿Qué haces aquí? —la voz de Jakob lo hizo girar.—Atormentarme solamente —respondió Edwan con una sonrisa afligida —recordando esa maldita noche, preguntándome que paso, aun no me explicó como fue que hice eso, como
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