El sábado por la mañana, Evangeline se encontraba frente a su espejo, admirando su vestido de verano rojo con flores blancas y el elegante sombrero que había elegido. Había pasado parte de la noche anterior investigando la etiqueta de vestimenta para eventos de polo, y estaba segura de que su elección era perfecta. La campanilla de la puerta sonó y supo que Auguste había llegado a recogerla.Abrió la puerta y encontró a Auguste esperando, luciendo elegante en su atuendo casual de verano. Su sonrisa se amplió al verla. "Evangeline, te ves increíble. Ese vestido es una bendición para mi alma.""Gracias, Auguste," respondió ella, sintiéndose halagada. "Quería asegurarme de estar a la altura del evento.""Lo has logrado con creces," dijo él, ofreciéndole el brazo para guiarla hacia su lujoso auto convertible. "Vamos, el camino al club de polo es un poco largo, pero te prometo que vale la pena, es un lugar hermoso."Subieron al auto y pronto estaban en camino, dejando atrás la ciudad y dir
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