Me fui al aeropuerto, me coloqué el gorro de la chaqueta y los lentes oscuros para que nadie me reconociera, estoy indecisa, no sé para dónde ir, pero lo más prudente ahora es ir a casa, así que tomaré un vuelo a Miami y de allí veré qué hago. En todo el vuelo solo lloré, no puedo creer como mi vida cambió así. Todo es una maldita mentira, mis padres, soy hija de un asesino, mi madre ni siquiera me quería, soy hija de un mafioso, ni siquiera sé qué nacionalidad tengo, de tanto pensar no sé en qué momento me quedé dormida, me desperté cuando estaban anunciando el aterrizaje. Al bajar del avión, tomé un taxi a casa, cuando entré destrocé todo lo que encontré, tiré al piso todas las fotos con mi madre, todos los recuerdos, ¡todo era una maldita mentira! ¿Qué he hecho yo, Dios mío, para merecer esto? No puedo creer el dolor tan grande que le he causado a Johan. Recuerdo su mirada y sus gritos de dolor, me coloco en su lugar… está casado con la hija del hombre que asesinó a sus padres, ¿c
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