Valeria, ¿me puedes acompañar al despacho que quiero hablar contigo? —sí, señor Keelan lo acompaño.—abro la puerta del despacho donde me espera Kamila, mi hermosa esposa, sé que, aunque aparente calma, está tan angustiada con esto como yo. Es distinto que mis hijos se relacionen con personas comunes, a que lo hagan con las personas de nuestra misma sociedad, porque tenemos una imagen que cuidar. Toma asiento Valeria… primero que nada, quiero decirte que estoy feliz de que pertenezcas a mi familia, te considero una mujer íntegra con valores, no podría pedir mejor esposa para uno de mis hijos. Aunque debo decirte que tú tomaste una decisión equivocada, creo que hubiese sido mejor que te vengaras con Leander, porque, aunque es muy serio, es más maduro que su hermano, quizás te hubiese costado ganar su afecto. Pero siempre tendrías su respeto y eso es algo muy importante en una relación, pero bueno, necesito tocar algunos temas fundamentales contigo. El primero es que tu padre no está
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