Pronto mi cuerpo reclamó más, deseaba más, lo deseaba todo, así que clavando de nuevo mis colmillos la marca, la que la hacía mía, mientras la sentía explotar de placer una y otra vez, aceleré el ritmo perdiendo liberando mi control, el que, hasta ahora, a duras penas mantenía sobre mí. Surcamos
Leer más