Ebrerton antes era un pueblo muy pintoresco, todos vivían en armonía y júbilo. Siempre hubo fiestas y cada habitante amaba a sus gobernantes y protector.Pero es sabido que no todos en una misma población sienten lo mismo,siempre aparece alguien inconforme o alguien 3desea tener el.control sobre todo. Y este no era la excepción, existía un ser que deseaba sobre todo ser él quien gobernara sobre todo aque lugar, el dejaba ser el Dios de las montañas Novem Caudae no el inútil aquel, en su opinión, que lo único que hacía era ver como el pueblo le llevaba obsequios y nada más. El era quien debería estar ahí como Dios, no él y lograría que nadie lo adorara.Si un Dios no tiene adoradores ya no puede ser Dios, su poder disminuye y si lo convierte en uno que solo pide sacrificios humanos pues sería un demonio y no una deidad. Y había encontrado la manera de sacarlo del juego. Siempre andaba merodeando las montañas Novem Caudae y siempre lo veía a él con la

Seguir al hechicero negro se convirtió en una odisea para ellos. Izan era astuto y se había encargado de cubrir su rastro muy bien haciéndole la tarea más difícil a Hugo, pero… había olvidado que ese chico ingenuo que había conocido y encerrado ya no era el mismo. En su encierro aprendió a no confiar en lo que veía, si no ir más allá de eso.Hugo aprendió a conocerlo en el poco tiempo que estuvieron juntos y aunque estaba débil también pudo ver algo de bondad en él.Izan había corrido dando vueltas en círculos, sabiendo que Hugo le pisaba los talones, no podía arriesgarse a llevarlos hasta la chica con el poder del Fénix, ya que con su antimagia todos estarían en graves aprietos, pero tampoco podía llevarlo directamente al consejo en plena batalla pues saldrían favorecidos los magos y los hechicerosestarian en desventaja,así que se las ingenio para dar vueltas y terminar llevándoselos lejos de ambos lugares a donde tenia que ir. Pero el no contaba con algo, las cuatro person

La batalla desigual que hubo en el consejo de magos había terminado con muchas bajas para los magos, muchos ni siquiera fueron encontrados y los demás cuerpos fueron quemados por Madisson sin ningún remordimiento, al contrario parecía encontrar placer en ello y no dejó ni un solo cadáver sin pulverizar Habían formado grupos para buscar al mago supremo y a los que conforman el consejo, uno de esos grupos fueron guiados por Dominic, que no quería perder el tiempo con ningún estúpido mago, en su propia opinión . No pasó mucho tiempo cuando apareció con el mago tirando su cuerpo delante de los demás como si fuese basura. Los demás hechiceros estaban sonriendo victoriosos y siempre supieron que quien debería buscar a los magos superiores sería él, era el mejor buscando cosas que usualmente se perdían o escondían en el caso presente. Mientras que el resto de magos estaban realmente aterrorizados, esos hechiceros eran unos monstruos, como podían ser seres tan despiadados, pensaba

En el lugar donde se llevaría a cabo, o ya había empezado la batalla desigual, se habían sumado otros magos del mundo a favor de Electra, a reina y rey de los elfos y ninfas, lobos de las manadas de James y Derek entre otros. Pero no era comparado con el ejército de demonios y hechiceros que habían frente a ellos. En medio de la batalla estaban los magos que estuvieron siempre presentes para proteger a Electra y Hanna, ademas de sus parejas destinadas James y Derek. Y un Zorro que estaba destrozado pero igual le debia una a esa niña por liberarlo, Akira. Todos y cada uno de ellos estaban enfrentándose a muerte para defender a Electra, estaban dando todo de sí mismos pero eran demasiado para ellos solos y Electra seguía inconsciente en medio de una energía se oscurecía cada vez más. –La energía que siento, es destructiva. Tenemos que hacer algo.- envío un mensaje Akira en medio de su pelea con su oponente Kirai –Es verdad, puedo sentirlo. Electra esta luchando pero lo

La sonrisa de satisfacción de Gwyddyon merecía un premio a la más malvada. Sabía que ya había sembrado la duda en Electra y que ellos eran su pase final a la victoria, Electra no la mataría a ella pues en el intento sus padres también morirían. -–Cuidado con lo quieres hacer, los matarás a ellos?- pregunto sabiendo la respuesta con una mirada acusatoria –No caeré en tus juegos- –No son juegos, son ellos. - Electra volvió su vista de reojo hacia donde estaba y tanto sus ojos como su rostro se iluminaron, eran ellos? Parecían los de su viaje al pasado de aquel día con Fyre ●son ellos, cierto?- parecía más confirmación que pregunta ●Los son .●Tengo que salvarlos Fyre ●Lo sé –Entonces Electra, que harás?- Electra ya sabía lo que tenía que hacer, lamentablemente esperaba estar haciendo lo correcto. –Qué es lo quieres, no le hagas daño. Me rendiré. –No! No lo hag….. - Gwyddyon no dejo que terminara de hablar Akira, reteniendo entre sus man