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Todos los capítulos de Casada con el monstruo : Capítulo 51 - Capítulo 60
93 chapters
El cajón
POV: Nevaeh Winter.Un dolor punzante me atraviesa el estómago, tan fuerte que tengo que salir corriendo de la cama hacia el baño, donde casi vacío mi alma en vómito.Las náuseas no deberían ser tan intensas, pero sé que es normal en una Oracelia. Aún así, no me acostumbro, especialmente ahora que los síntomas apenas empiezan a mostrarse.No sé qué sucede con Benjamin. Hablamos por última vez sobre esto y tengo miedo. Cada vez que estos dolores me asaltan, entro en pánico. Han pasado tres días y Benjamin ha estado poco en el castillo. Sé que tiene que trabajar y lidiar con el asunto de Giselle, que supongo ya está resuelto, aunque quedan secuelas. No puedo estar segura.En estos tres días, he estado encerrada en mi habitación. Me ha dado mucho sueño, vómitos y mareos. Llevo poco tiempo embarazada y estos son los resultados.Me siento mal por el abandono de Benjamin. No me trata con desdén como antes, pero lo siento distante. Sé que hay algo que no quiere decirme. Yo tampoco le he habl
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Encierro
«En los anales ocultos de la casa Worsley, una profecía oscura, un legado sombrío y severo, una maldición ferviente, cuando veinte primaveras florezcan con fulgor, la sangre pura de Worsley hallará su amor.Mas no será un amor de canto y poesía, sino un pacto ancestral, una oscura armonía, seis lunas después, un niño nacerá, pero no con alegría, sino con temor y pesar.Porque en el vientre materno, un destino atroz, la vida se desgarra en un parto feroz, el precio de la descendencia, la madre pagará, alimentando al heredero con su vida, la dará.Así la profecía perdura, en la casa Worsley, un misterio ancestral, un destino siniestro y sombrío, recordando a los vivos el precio a pagar, por desafiar al destino, y su oscuro devenir enfrentar.Pero hay una esperanza, un rayo de luz, en el corazón endurecido, que rompa la cruz.Si el amor se torna odio, y el corazón se enciende en llamas, espinas de odio adornarán sus almas, así, el destino podrá ser desafiado
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Páramo
***Todo es oscuro. Mis ojos solo encuentran tinieblas a mi alrededor. Siento un frío intenso y no sé dónde estoy. Mis pies parecen estar plantados en el suelo, pero al mismo tiempo en la nada. ¿Dónde demonios me encuentro? Lo último que recuerdo es haber tomado la mano de ese espectro. ¿Estoy muerta?.—Nevaeh —giro en todas direcciones al escuchar la pronunciación de mi nombre en una voz aterradora.No puedo ver nada, sigo en la penumbra.—¿Hola? —mi voz resuena como un eco en la oscuridad.—Sígueme —es el espectro quien me habla. Trato de mantener la calma, pero la desesperación me consume. No saber dónde estoy ni qué hay a mi alrededor me aterra profundamente.—No puedo verte —digo mientras giro en todas direcciones. Empiezo a marearme.—Aquí —me indica, y puedo ver la luz de una puerta cuando se abre. No veo nada más, solo la puerta. En el umbral, diviso la mano del hombre, y corro hacia ella sin dudar.Cuando tomo su mano, la siento fría y sin vida. Pero lo que me deja aterrada e
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Plan
—¿Y Benjamin? —salgo de la cama apresurada, sin tiempo de procesar nada. Joel también se baja, confundido y preocupado al mismo tiempo—. Dime dónde está Benjamin.Me apresuro hacia la puerta e intento abrirla, pero no cede. Sigo encerrada. Me giro hacia el pequeño, que me mira con ojos temerosos como si estuviera loca.—Lo siento, yo... —me paso una mano por el cabello, tratando de calmarme. Me doy cuenta de algo: tengo puesto un pijama, no la ropa que tenía antes de irme con ese ente—. ¿Benjamin vino? Yo... ¿cómo llegué a la cama?.—¿No recuerdas nada, mami? —el pequeño se acerca y me mira—. Calista trajo tu comida, pero estabas desmayada en el piso. Mi primo Benjamin vino, te atendió y estuvo contigo toda la noche porque no despertabas.—¿Qué quieres decir con toda la noche? —corro hacia la ventana y me asomo. Está nublado. No sé si es de mañana, tarde o está anocheciendo—. No recuerdo mucho, solo que me desmayé y...—Mami, seguiste inconsciente todo el día de ayer hasta hoy en la t
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La tumba
***Las ramas de la maleza laceran mi piel sin piedad. A medida que avanzo, las heridas se vuelven más profundas, los arañazos más dolorosos, y mi ansiedad alcanza niveles insoportables.Corro sin cesar, porque caminar no es una opción ahora. El problema es que no sé a dónde dirigirme exactamente. Aquel hombre dijo que en las profundidades del bosque, pero no tengo idea de dónde queda eso.Sigo avanzando, enredando la pala en alguna que otra rama, lo que hace mi avance aún más difícil. Lo peor es que la noche ya ha caído sobre mí, el bosque se vuelve más oscuro y la neblina más espesa. Tengo miedo, pero mi determinación de salvar a Benjamin es mayor.—¡Rayos! —exclamo al tropezar con un tronco y caer al suelo. Me recuerda a la última vez que intenté escapar; es muy difícil avanzar por estos senderos cubiertos de vegetación.Me levanto jadeando, tomo la pala y esta vez enciendo la linterna. Ilumino el camino y sigo avanzando, buscando alguna pista en los alrededores. Aquel hombre murió
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Es hora
***POV: Benjamin Worsley.—Es lo mejor, hijo —me dijo mi padre, colocando una mano en mi hombro. Estábamos en mi estudio, tras haber encerrado a Nevaeh luego de tres días de distancia entre nosotros. No debió de descubrir lo que había guardado con tanto empeño.—Dices que entregar mi corazón es lo mejor —repetí con ironía, sosteniendo el papel en mi mano y observando la daga frente a mí. La culpa de haber cautivado a mi esposa pesaba profundamente en mí, pero sabía que era necesario. Ahora, mi propio padre apoyaba la decisión que había tomado: dar mi vida para acabar con la maldición de nuestra familia.—Piensa en Joel —dijo, aún con la mano en mi hombro, aunque sabía perfectamente que no era realmente él. Mi padre jamás habría permitido que me sacrificara; habría hecho todo lo posible para impedirlo —. Eres mi hijo, lo sé, pero ¿no deseas que tu esposa se salve, e incluso el bebé en su vientre?.—¿Por qué no lo intentaste antes, entonces? —pregunté sin mirarlo. Sabía que quien habla
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Final
POV: Nevaeh WinterEse no era Benjamin, mi Benjamin. Eso estaba más que claro. Él jamás me hablaría así. No debo...—¿A dónde crees que vas? —Richard me detiene cuando mis pies se mueven por sí solos, intentando ir tras mi esposo—. Nevaeh, acabas de ver esa cosa. Está en él, es peligroso.—Estoy a punto de perderlo. ¿Crees que ahora me importa si es peligroso?.Todos me miran. Calista, Hitler, Joel, Richard... sus miradas de desacuerdo. Ellos presenciaron lo mismo que yo: la actitud extraña de Benjamin, como si esa cosa lo estuviera poseyendo. La razón por la que quieren impedirme seguirlo es porque son conscientes del alto peligro que eso representa. Ese ente es la misma maldición entre nosotros y podría matarnos a todos.Pero yo acabo de ver al amor de mi vida preocupándose por mí, incluso cuando sabía que estaba a punto de morir. Siempre soy yo primero, y de último él. ¿Por qué es tan injusto? Benjamin también merece ser feliz, incluso si eso pasa por encima de los demás. Él merece
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Se acabó
...—Benjamin... —murmuro, acercándome lentamente con la esperanza de que me vea, aunque sé que no puedo pasar más allá del altar—. Mírame, Benjamin, no me dejes...—No te oye, Nevaeh —me giro y veo al señor James en su silla de ruedas, acompañado por Hitler, quien socorre a Richard y lo ayuda a levantarse. Luego, ambos toman el cuerpo inconsciente de Charles del suelo—. Solo la escucha a ella; está en su cabeza.—Pero... no puedo dejarlo ir —sollozo, casi perdiendo las esperanzas—. No voy a dejarlo.—Es eso, o morir en el intento —dice con pesar, como si no hubiera otra salida.El espectro del hombre me dijo que había una solución, mencionó la daga, pero no está en mis manos y no puedo alcanzarla. El pergamino no sirve de nada si no tengo la llave, aunque claramente no sé qué hacer en realidad.Corro hacia el pergamino y lo abro, sin embargo, solo hay letras hebreas en rojo, la sangre del espectro. Sé lo que dice, la traducción está en la hoja que tenía, la profecía que Benjamin tamb
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Fin
[...] —¡Rayos! —Me incorporo en la cama de un brinco, con los ojos bien abiertos y el corazón acelerado. Me froto los ojos con fuerza y doy palmaditas en mis mejillas, intentando despejar la niebla del sueño. Suelto un bostezo mientras estiro mis extremidades, sintiendo una punzada de dolor en cada movimiento. ¿Por qué me duele el cuerpo como si me hubiera atropellado un auto? Además, tengo la sensación de haber dormido durante días. ¿Qué hora es? Debería estar preparándome para… Un momento, ¿dónde estoy?. El entorno me resulta extrañamente desconocido. La suavidad de las sábanas, el colchón blando, los muebles lujosos que parecen sacados de un palacio, un candelabro majestuoso colgando del techo, un armario empotrado de pared a pared y una gran cómoda adornada con perfumes, joyas y otros objetos de lujo. —¿Qué es todo esto? —murmuro, saliendo de la cama mientras mis ojos recorren cada rincón de la habitación. Me miro a mí misma. Llevo un pijama de seda blanca, elegante y delicad
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PARTE 2: Regreso
[...]—Saquen a esta mujer de mi vista.Me quedo de piedra frente a su cama, atónita. El que se supone que es mi esposo me está echando de su habitación ahora mismo, cuando yo ni siquiera quería venir aquí en primer lugar. ¿Qué le pasa?.Está sentado en la cama, sus ojos dorados y feroces fijos en mí, mirándome con una frialdad que me hiela la sangre.—Hijo —el hombre con el bastón se acerca y se sitúa a mi lado—. Es tu esposa.Tanto él como yo nos quedamos mirando con la misma expresión de desconcierto. Tiene la misma cara que yo cuando me dijeron que estaba casada, y embarazada de paso.—No digas tonterías, papá —espeta y aparta la sábana de su cuerpo. Hace una mueca de dolor, como si cada articulación rugiera—. Es imposible lo que dices, ni siquiera sé quién es. Sácala.La sangre me hierve. ¿De verdad este desperdicio de hombre es mi esposo? Es muy déspota y amargado. Su voz no tiembla, habla de una manera seca e indiferente cuando se dirige a mí.«Maldita sea la hora en que me cas
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