— No es que lo diga yo, ¡son los hechos! He oído que Lucía ya trabajaba como secretaria antes de graduarse. Estando cerca del agua, fue la primera en beber. ¿Cómo no iba a casarse bien? Ella fue inteligente, no como ustedes. ¿Qué puede hacer Adriana ahora? No tiene trabajo, su reputación es mala. ¡No le espera un buen futuro!La madre de Lily, con su lengua afilada y palabras crueles, hirió a Adriana, quien con los ojos apretados, dijo:— Abuela, ¿ya no soy tu nieta? ¿Cómo puedes decir que no soy tan buena como Lucía?Dicho esto, salió corriendo entre lágrimas.Lily, preocupada al verla salir, exclamó:— ¡Adriana, Adriana!Luego miró a su madre:— Mamá, ¿cómo puedes decir estas cosas delante de Adriana? ¡Ya no nos dejas vivir en paz!— Si digo esto, es porque quiero que se esfuercen más. Hay cosas que uno debe conseguir por sí mismo. Mientras vivas bien, ¡cualquier medio es válido! —respondió la madre de Lily, bebiendo té sin preocuparse por Adriana.Adriana corrió hasta la orilla del
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