Inicio / Romance / Mi corazón solo late por ti / Capítulo 101 - Capítulo 105
Todos los capítulos de Mi corazón solo late por ti: Capítulo 101 - Capítulo 105
105 chapters
Capitulo: Hemos terminado contigo
El rostro de Gustavo palideció, sintió un dolor en su pierna, y gritó.Ana bajó la pistola, se arrepintió al disparar, pero temió que ese hombre fuera capaz de lastimar a Piero.—¡Ana! ¿Por qué…? —exclamó el hombre, sorprendido por el ataque. —Porque no puedes ganar, eres una persona malvada, has hecho daño, es hora de pagar, incluso si eres mi padre, debes pagar.Escucharon las sirenas.Gustavo cayó al suelo, sentía el dolor y la sangre fluir. Pronto llegó también una ambulancia.Ana soltó su arma.—¡Lo siento! —dijo cuando la arrestaron, liberaron a Piero, pero todos fueron a la comisaria, excepto Gustavo, que fue al hospital.***En la comisaría.Ana relató todo lo que pasó.—Tuve mucho miedo cuando tomé la pistola, disparé por temor a que me matara, pensé que lo haría, estuve segura... —dijo Ana con la voz llena de temor y lágrimas en los ojos. El comisario le creyó, pero se ordenó el pago de una fianza que, rápidamente, Emmanuel saldó.Piero estaba perfectamente bien.Cuando Ana
Leer más
Capítulo: El tiempo de amar
Volvieron a casa. Leander intentó dormir, pero no dejaba de pensar en todo lo que pasó, su familia, su vida, todo en lo que creía se había derrumbado, y no podía hacer nada.Elisa despertó y lo observó así, lo abrazó.—Sé que estás triste, después de todo viviste mucho tiempo con esa mujer, creyendo que era tu madre. No puedo decirte algo que te dé consuelo ahora, amor, lo único que puedo decirte es que este dolor pasará.Emmanuel la abrazó.—Te tengo a ti, Elisa, y a mis bebés, es todo lo que necesito para ser fuerte, para volver a empezar si es a tu lado.Leander la besó con dulzura.Ana no podía dormir, cuando escuchó que llamaron a su puerta, corrió a abrir y era Piero. Sus miradas se encontraron y se fundieron en un largo abrazo.—¿Cómo estás?—¿Cómo estás tú? Sé que esto te tiene mal.Ana hundió la mirada, era inevitable que saber que sus padres eran asesinos. Le dolía.—Me duele, no lo negaré, mis padres son asesinos, y encima dañaron a alguien de la familia, eso me duele màs,
Leer más
Capitulo: Justicia para el amor
Una semana después.Elisa hizo una cena especial para la familia y para celebrar que en unos meses iban a tener a dos sobrinitas.Valeria le ayudó con todo, también Ana, pero ese dìa, ella firmaba su divorcio, así que también iban a celebrar su libertad.Piero llamó a Elisa, y le pidió un gran favor.Elisa estaba emocionada en ayudarlo.Ana estaba en el despacho de abogados; su futuro exesposo, insistía en que quería màs dinero, que no estaba de acuerdo.—O firmas, o no te tocará ni lo que te ofrecieron.El hombre titubeó, y al final firmó.Ana sonriò.Cuando salió de ahí era una mujer muy feliz y libre.Se lanzó a los brazos de Piero y él la besó.Su ahora exesposo la mirò con rabia, incrédulo de que ella hubiese encontrado un nuevo amor tan rápido y lo hubiese reemplazado.Maldijo en su mente, pero supo que no podía hacer nada contra eso.***Al llegar a casa, comenzó la cena; estaban muy felices.El abuelo Iván bajó para cenar con ellos, dándoles buenos ánimos a todos.Era como un s
Leer más
Capítulo: Prevalece el amor (FINAL)
Seis meses después.Piero esperaba al pie del altar, estaba nervioso, con una gran sonrisa, un poco burlón. La iglesia estaba repleta de amigos, conocidos, y de la familia que ahora eran.En las primeras filas estaban la abuela Paula, màs repuesta de salud, y Elisa y Valeria, vestidas de damas. Leander estaba al lado de su hermosa esposa.Rafael estaba al lado de su sobrino, que sería el padrino de la boda.Pronto, escucharon la marcha nupcial resonar, y ella entró del brazo de su abuelo. Tenía una sonrisa brillante y lucía preciosa como una novia que debe lucir.Piero sintió un golpe de melancolía y amor, pensó en sus padres, daría todo porque estuvieran aquí, también por Viridiana.Sus ojos se volvieron llorosos, mirò hacia el cielo por un segundo.«Te dije que algún día encontraría a alguien que me amara de verdad, no iba a conformarme con menos, ahora tu hermano, tu hijo y yo seremos felices, tía Viri, puedes descansar en paz», pensó.Miró a Ana, sonrió, una lágrima rodó por sus oj
Leer más
Epílogo.
Tres años después«Leander caminaba por una playa, observaba sus pies descalzos, hundiéndose en la playa, pero era extraño, no sentía la arena sobre sus pies.Era un precioso atardecer, la playa casi vacía, el oleaje tranquilo, era en realidad un magnífico dìa.—Hola, hermano.Casi por un segundo, Leander se quedó mirando a Lisardo, como si no lo reconociera, pero eso era imposible, ya que era idéntico a èl, como ver a un espejo, excepto por una gran sonrisa.Estaba sentado en la arena.—¿Lisardo…? ¿Esto es un sueño?Lisardo sonriò.—Si lo piensas mucho, vas a despertar —dijo con una gran sonrisa.Leander parecía temeroso, sin saber qué decir.—No tengas miedo, siéntate a mi lado. Siempre quise hablar con mi hermano, nunca pudimos hacerlo, bueno, no de esta forma.Leander le obedeció, por un instante deseó despertar, pero se sentó.—¿Me odias?La pregunta parecía sorprender a Lisardo.—¿Crees que te odio por morir? —el hombre sonriò—. No, hermano, tú piensas que yo morí porque me asesi
Leer más