Leandro reacciona de aquel recuerdo gracias a una llamada, chequea el teléfono y ve que es Ester, da un suspiro pensando en como resolver su asunto con ella y luego contesta.—¿Si, Ester? ¿Necesitas algo? —¿Dónde estás?—En el auto, iba a casa a darme una ducha, pero si necesitas algo, puedo ir a buscártelo.—Solo quiero hablar contigo, es algo importante.—¿Muy importante? Es que quiero darme una ducha.—Está bien, puedo esperar, pero no lo olvides, ¿Vale? —Vale.Corta la llama y por más curiosidad que tenga, arranca el auto para irse a casa. En el transcurso, sigue pensando en como deshacerse del contrato que tuvo con Ester para ayudar a su madre. Estela no tiene conocimiento de aquel acuerdo, pero la forma en la que su hijo encontró prometida rápidamente, se vio sospechoso. Por otro lado, Leandro no le comento nada porque no quería que su madre se angustiara más de lo que ya estaba por estar presa y sabía que si le decía que a la empresa ya no le iba tan bien, podría sentirse cu
Leer más