MayaLas miradas penetrantes de estas personas me hacían sentir nerviosa. No entendía de qué se trataba y tampoco sabía que Valentino tenía más familia. Aquel rubio con ojos tenebrosos decía que eran primos, mientras que el otro señor, más maduro, sonreía al verme. La chica rubia parecía molesta, como si mi presencia no le agradara.Valentino se acercó a ellos, sorprendido. —No sabía que tenía un primo.—Hola, sobrino, soy tu tío Collins y ellos son tus primos.—Collins Grave —mencionó Valentino, asombrado.—Así es. Qué rápido te has olvidado de la familia, Valentino. Soy tu tío, el hermano mayor de tu padre.—Lo siento, tío, han pasado tantos años y quizá la falta de comunicación... —Respondió Valentino, sonriendo.—No importa, sobrino. Te presento a mis hijos.Valentino saludó a los dos rubios que parecían gemelos.—Bienvenidos sean.—Mucho gusto, primo —saludó la rubia, acercándose a Valentino para dejar un beso en su mejilla. Me miró y sonrió. Qué descaro. Valentino se alejó y vin
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