Mi madre y yo nos quedamos solas en la oscuridad de esa habitación. Abrazadas, llorando hasta que el cansancio nos venció y nos quedamos dormidas una pegada de la otra.No sé si tener a mi madre a mi lado me ayudó poder descansar como no lo hacía hace días. Hasta puedo decir que soñé.Soñé con mi novio. Su sonrisa, sus besos, sus abrazos. Sobre todo cuando dormíamos acurrucados uno con el otro. Sentí paz. En ese momento pude sentirme segura en sus brazos, pero después la realidad me golpeó haciéndome despertar al sentir mi madre removerse a mi lado.En esta habitación vacía, oscura y fría. Sin ninguna cobija hacía difícil poder conciliar el sueño. El cuerpo de mi madre tembló, pasé mis piernas por encima de las suyas para trasmitirle calor. Aunque mi cuerpo estaba igual de frío que el suyo.—Lo siento mucho— Susurro abrazándola más fuerte.—No tienes nada que sentirlo cariño, nada de esto es tu culpa——Lo es, si yo no hubiera insistido en que volvieras a esta ciudad, nada de esto hubi
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