—señora de Di marco, es hora de nuestra luna de miel— sonrío, por primera vez lo veo manejando. Voy en la parte trasera del coche y él me mira por el retrovisor. Las flores van a mi lado y mis manos van acariciando mi vientre. Nos habíamos cambiado de vestimenta, ahora era algo más ligero y más cómodo para mí, pero él siempre formal aunque esta vez algo clásico, pantalones holgados de color crema camisa blanca de lino y zapatillas descubiertas, aún así se dejaba ver muy formal aunque los lentes de sol le quedan genial. Me siento muy emocionada y voy sumergida en mis pensamientos y esbozo una sonrisa suave, mientras él me habla—¿en que piensa mi esposa?— esa palabra "mi esposa" me hace latir el corazón, sus ojos me miran a mí y a la carretera al mismo tiempo y espeto.—nada, hace unos meses mi vida era no se, la vida de una chica normal, sin embargo mírame, de pronto voy a ser mamá y me acabo de casar, ni en mis sueños más loco me veía de esta forma— mis ojos se llenan de lágrimas q
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